Fiscalía y querella pidieron pena de prisión perpetua para Ulises Troncoso, por el “femicidio sexual” de “Mimi” Burella

El juicio por el brutal femicidio de Noemí “Mimi” Burella (61), ocurrido en agosto de 2022 en la ciudad de Calchaquí, comenzó en la mañana del martes con un estremecedor alegato de apertura del fiscal Valentín Hereñú, quien detalló la mecánica con que habría ocurrido el hecho y el proceso investigativo que llevó a imputar a Ulises Germán Troncoso como principal acusado, y a Jorge Zanel como encubridor.

Según expuso en la sala principal del palacio judicial de Vera y ante el Tribunal integrado por los jueces penales Natalia Palud (presidente), Claudia Bressán y Martín Gauna Chapero, en la mañana del 19 de agosto, Rosana Burella, hija de la víctima, encontró a su madre asesinada en el comedor de su casa, con el rostro cubierto por un repasador, la ropa interior y la calza bajas, y signos de haber sido abusada sexualmente y golpeada de manera salvaje.

Horas después, la familia advirtió la falta del teléfono celular de Mimi y un gran desorden en su habitación, lo que indicaba que alguien había buscado algo con intención, prosiguió. La pista clave apareció cuatro días más tarde, el 23 de agosto, cuando Jorge Zanel se presentó en la casa de la familia de Troncoso y entregó un celular negro a Leonardo Cañete, tío del acusado, reclamando que “Ulises se hiciera cargo. Esto provocó una conmoción familiar que fue comunicada a la policía”, reseñó.

“Minutos después, cuatro efectivos de la Comisaría de Calchaquí llegaron al domicilio”, relató Hereñú, y citó que “una madre embarazada señaló a su hijo diciendo ‘este es el que buscan’. Y, efectivamente, era Ulises Troncoso, a quien se buscaba porque esa misma noche en la que asesinó a Mimi, le vendió el teléfono a Jorge Zanel a cambio de marihuana, y en ese intercambio le confesó lo que había hecho”.

Hipótesis

El fiscal pidió al Tribunal que analice el caso con perspectiva de género, al tratarse de un “femicidio sexual no íntimo” y aseguró que “la única respuesta adecuada del Estado debe ser la condena a prisión perpetua de Troncoso, como autor de un homicidio triplemente calificado” por haber sido supuestamente cometido con alevosía, para procurar impunidad y en un contexto de violencia de género.

En esa línea, adelantó que solicitará la prisión perpetua para Ulises Germán Troncoso y una pena de 4 años y 6 meses de prisión para Jorge Zanel, acusado de encubrimiento agravado con ánimo de lucro.

Las abogadas querellantes Carolina Walker y AgustinaTaboada -que representan a la hija de víctima- coincidieron con las estimaciones de condena de los fiscales. La Dra. Taboada, que llevó la voz cantante, describió que “su cuerpo fue hallado por su única hija, Rosana, en el piso del living de su casa. Tenía las calzas y la ropa interior bajas, el rostro cubierto con un repasador y signos visibles de haber sido brutalmente golpeada. Ese hallazgo, ese cuerpo, no sólo constituyen la escena de un crimen, sino que representan la imagen más cruda de la violencia patriarcal. El cuerpo de una mujer, convertido -una vez más en nuestra provincia- en un campo de batalla”.

Para la querella, “esa imagen de Mimi condensa lo que la antropóloga Rita Segato conceptualiza como el cuerpo femenino convertido en territorio: un espacio donde se inscriben el dominio, la humillación, la impunidad, la soberanía patriarcal. Y eso le pasó a Mimi”

“Fue -y eso se reflejará en los testimonios que desfilarán en este juicio- una mujer cercana, amorosa, sonriente, con una vida construida en comunidad, en vínculos, en rutinas. Vivía sola, sí, pero no estaba sola. Sin embargo, esa condición de mujer sola, adulta, en una ciudad del norte santafesino, fue aprovechada por Ulises Germán Troncoso, quien -según demostrará esta querella, junto con la Fiscalía- entró a su casa, la abusó sexualmente y la asesinó con extrema violencia”, situó.

En ese sentido previo a revelar que la evidencia que arrojó la investigacion “es contundente”, calificó al suceso como “un femicidio sexual. Un crimen que representa la forma más extrema de violencia contra las mujeres, especialmente cuando el asesinato ocurre luego de una agresión sexual”

Pruebas y móvil

A su turno, el defensor público Matías Daruich, en representación del Troncoso, alegó que “es inocente. No existen pruebas que fundamenten el pedido de condena de los acusadores. Se ha traído a juicio un hecho conmocionante, de gran impacto en la ciudad de Calchaquí, y por ese clamor social había que encontrar un culpable”.

El funcionario dijo que ·los investigadores de la por entonces recientemente creada División de Femicidios no cesaron en su labor hasta dar con un responsable. Pero esta defensa ordenará cronológicamente esas actuaciones para que, al finalizar el debate, ustedes puedan preguntarse si realmente encontraron al verdadero autor del crimen”.

Daruich prometió acreditar a partir de pruebas propias que “Ulises es una persona muy diferente a como se lo ha descrito, y que en realidad existen más dudas que certezas sobre su vinculación con este crimen”.

Paralelamente, denunció que durante la etapa intermedia, “muchas resoluciones afectaron el ejercicio del derecho de defensa, sin que se resolvieran los recursos interpuestos”.

En su intervención, el defensor vaticinó que “a lo largo del juicio quedará al descubierto que, en una investigación marcada por la conmoción pública, se realizaron numerosas tareas sin lograr encontrar al responsable”, y señaló que “la Fiscalía y la querella basan toda su acusación en la declaración del coimputado. No existe ningún testigo directo, ni ADN, ni sangre, ni huellas, ni videos, ni elementos que vinculen a Troncoso con el hecho. No hay prueba de abuso, ni móvil. No hay elementos que justifiquen que Ulises Troncoso haya asesinado a Noemí Burella”.

Para concluir su alegato inicial, adelantó que solicitará al final del debate la absolución por el beneficio de la duda.

Atenuación

Por último, los doctores , patrocinantes legales de Zanel arguyeron que “venimos a este juicio a demostrar que la participación de nuestro defendido no encuadra en la figura de encubrimiento agravado, como plantea la Fiscalía. De acuerdo con la prueba que se producirá, sostenemos que en todo caso, podría tratarse de un encubrimiento simple”.

“Esta defensa probará que Zanel no tenía conocimiento del delito previo, no participó del hecho, ni actuó con intención dolosa de ayudar al autor del crimen. Por ello, solicitaremos que se evalúe su conducta con ecuanimidad y justicia, conforme a lo que surja del debate”, formuló el abogado González, en busca de atenuar la posible pena para su pupilo.

“Un desastre”

El comienzo del juicio oral por lo se considera un “femicidio sexual” en perjuicio de Noemí Burella fue intricado. Previsto para que arranque a las 8, recién casi media hora después la presidente del Tribunal pudo dejar abierto el debate, aunque solo de manera protocolar porque de inmediato decretó un cuarto intermedio. El motivo: la falta de lugares para que se acomodaran fiscales, querellantes y defensores. Recién a las 9, y luego de que los responsables de la Oficina de Gestión Judicial reacomodaron escritorios y sillas, el juicio pudo seguir con los alegatos de apertura. Un integrante de Tribunal describió con crudeza no exenta de justeza lo que estaba ocurriendo: “Esto es un desastre”, fustigó.

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