Un trago para saludar a la Pachamama: la costumbre de la caña con ruda

Se cree que cumplir con este ritual atrae la salud y la suerte y aleja la envidia y los maleficio.

Son muchas las personas que cada 1ro de agosto comienzan su día con algo fuerte, es que dice la tradición que para celebrar el Día de la Pachamama y honrar la Madre Tierra tres tragos de caña con ruda y un ritual en su honor son suficientes.

La tradición de tomar caña con ruda el primer día de agosto es ancestral y viene de los pueblos originarios. Nació en el Litoral y el Norte de la Argentina, y si bien cada región tiene sus festejos y rituales característicos, hoy se extendió a todo el país.

¿Cómo se toma?

La caña con ruda se debe tomar en ayunas para limpiar el cuerpo (físico y espiritual) de todo lo que se quiere dejar atrás. Para cumplir el ritual, hay que seguir estos tres pasos:

  • Tomarla en 3 sorbos, 7 sorbos o de un solo trago.
  • Echar un chorrito del brebaje en la tierra (que puede ser una maceta), para ‘convidar’ a la Pachamama.
  • Decir «kusiya, kusiya», que en aymará significa «ayudame, ayudame».

Este rito se basa tambien en pensar en el otro ¿cuánto sobra? se pregunta en general, porque es algo que se debe compartir para que vuelva lo bueno. Cuanto más me reservo, menos viene.

La receta de la caña con ruda es muy fácil de hacer:

  • Mezclar la caña blanca o ginebra con hojas de ruda macho.
  • Tomar una botella de vidrio transparente que esté limpia y ponerle caña o ginebra hasta 3/4 de su capacidad.
  • Agregar hojas o ramas de ruda macho (se pueden pedir en verdulerías, dietéticas o negocios de plantas).
  • Tapar la botella y dejarlo macerar en un lugar oscuro y fresco.
  • Dejarlo un tiempo para que la infusión tome sabor. Cuanto más tiempo se deja, mayor el sabor.
  • Generalmente, la caña con ruda se conserva durante un año.

¿Qué otras cosas debemos hacer en este día para honrar a la Pachamama?

La Pachamama recibe en este mes nuestro agradecimiento, la Tierra está necesitando en este tiempo que la realimentemos y lo que se debe hacer es agradecer, no pedir dicen los que saben.

Por eso desde el 31 a la noche cuando se comienza la vigilia, uno debe comenzar con el ritual: «Hay que sentarse frente a la tierra (maceta, pozo en el jardín, en un cantero) le pido permiso para alimentarla y le doy de comer: un fruto vivo (gajos, semillas, frutos), uno seco (algo que no va a echar un nuevo ciclo de vida, harina, yerba, café, especias) y un cobijo (para que no me falte con que guardar el cuerpo, como abrigarme o un techo, por ejemplo un hilo, trapo o lana). Cierro la panza de eso y le digo «Gracias tierra», nada más. Después le doy de beber (agua, leche o algo de alcohol especialmente su caña) y espero que vuelva la primavera. Cierro y si puedo hago un sahumeadito, pero esto no es imprescindible» explicó Georgina Kieffer, promotora cultural de la ciudad de Santa Fe.

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