DÍA DE SAN ROQUE –

Oh bienaventurado Santo, que para ejemplo de paciencia, y mayor confianza en vuestro patrocinio, quiso Dios que fueses herido de pestilencia, y que en vuestro cuerpo padecieses lo que otros padecen, y de vuestros males aprendieses a compadeceros de los ajenos y socorrieses a los que están en semejante agonía y aflicción,

Míranos con piadosos ojos, y líbranos, si nos conviene, de toda mortandad, por medio de tus fervorosas oraciones, alcánzanos gracia del Señor, para que en nuestro cuerpo sano o enfermo viva nuestra alma sana, y por esta vida temporal, breve y caduca lleguemos a la eterna y gloriosa, y con vos gocemos de ella en los siglos de los siglos.

Amén.

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