De a poco, se comienza a sentir y el deseo de llevar a la mesa platos con más calorías ronda la cabeza de todos. Los días 29 tenemos la excusa perfecta para degustar un plato de ñoquis.
Pero, ¿por qué se eligió ese día del calendario y no otro para comer una de las pastas clásicas de la cocina italiana?
La tradición se remonta a la región de Veneto, en el noreste de Italia . Según cuenta la leyenda, en el siglo VIII, un joven San Pantaleón predicaba y curaba enfermos en esa zona. Un 29 de julio, el futuro santo fue invitado a comer por una familia de pescadores que le sirvieron ñoquis.
En agradecimiento por la comida, en medio de un año malo para la pesca, Pantaleón les auguró que en los próximos meses mejoraría la actividad.
La historia agrega que cuando levantaron el plato del peregrino y santo católico se encontraron algunas monedas de oro.
La tradición viajó hasta el Río de la Plata con las oleadas de inmigrantes italianos que comenzó en el siglo XIX y hasta hoy perdura con fuerza, mes a mes, en la Argentina y Uruguay.